¿Cuantas veces no nos hemos encontrado buscando amor y
aprobación en nuestros amigos o incluso en la persona que nos gusta?
A veces creemos que al encontrar que alguien nos ama vamos a
sentirnos bien y valiosas. Creemos que tener la atención del niño que nos gusta
o incluso llegar a tener una relación vamos a sentirnos felices, amadas
y valiosas.
Muchas veces nos sentimos desvalorizadas o rechazadas incluso por nuestra propia familia. Y esto hace que nuestra necesidad de
amor y atención crezca cada vez más. Muchas veces el no tener a tu papá contigo
o sentir el rechazo de alguien que amas te lleva a la necesidad de buscar esa
atención en alguien más.
Muchas de nosotras soñamos con casarnos y tener ese final
feliz de cuento de hadas y comenzamos una relación de noviazgo con el chavo que
nos gusta y que nos hace sentir amadas y protegidas… pero de repente no te
sientes como creías que te ibas a sentir.
Creíste que al iniciar esa relación ibas a ser una mujer
nueva y totalmente diferente, creíste que hasta te ibas a sentir hermosa,
amada, apreciada y aceptada. Y si, al principio tal vez todo iba bien, pero
conforme pasó el tiempo ese sentimiento se fue desvaneciendo.
Esto pasa porque lamentablemente nuestra mirada esta fija en
el hombre. Inocentemente creemos que el tener un novio, el casarnos, el tener
dinero, el tener la mejor ropa, etc. Nos va a hacer sentir aceptadas y amadas.
Creemos que encajar en el grupo nos va a hacer mejores… pero
no es así.
Tu valor viene de Dios, él fue quien pago el precio por ti,
el dio a su único hijo por ti. Dice Isaías 53:5
“Más
él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Tu
vales mucho, no importa cómo te veas, no importa si alguien te rechazó o te
hizo sentir despreciada y sin valor, no importa cuántas veces te hayas
equivocado. Dios te ama y te acepta tal y como eres, él no está buscando que
seas perfecta, él no está esperando a que hagas mil y un cosas imposibles para
amarte y ganarte esa salvación, ese amor y ese valor que encontramos en él.
NADIE
tiene derecho a hacerte sentir menos, pero si debemos recordar que sin Dios...
ahí si… no valemos nada. Sin él no somos nada. En él es donde encontramos valor
y esa satisfacción y el amor que buscamos.
No es
en un esposo o en un novio en lo que depende tu felicidad. Un día las personas
se van y si nuestra completa felicidad dependiera de eso pasaríamos siendo
infelices por lo que resta de nuestras vidas. SI, el casarte o encontrar a
alguien que te ame te va a hacer sentir feliz y darte valor, pero nuestra
felicidad y valor no debe depender solo de esas personas.
Lo
unico que te hará sentir realmente feliz, valorada y amada es Dios… Las
personas se van, te fallan y se equivocan, Dios no.
Confía
en él y nunca olvides que el te ama.