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lunes, 7 de marzo de 2016

Heme aquí, envíame a mí

Dibujo por: Karla Mejia
Cuando dejamos que Dios guíe nuestros pasos, cuando dejamos que Dios tome el control de nuestras vidas, cuando decidimos vivir para cristo, todo en tu vida cambia; No siempre las cosas nos van a salir a nuestra manera, pero si a la manera de Dios y no hay mejor manera que la de él.

Cuando le dices a Dios “heme aquí, envíame a mi” Da por seguro que Dios lo hará, a su tiempo, pero lo hará. Pero antes que él decida enviarte el necesita moldearte, prepararte, hacerte fuerte.

Y recuerda que el camino no será para nada fácil, no es que quiera desilusionarte o sonar negativa, pero debemos de comprender, que nada en la vida es gratis ni mucho menos fácil, si, sé que hay cosas que pareciera que Dios te las responde instantáneamente, como un “milagro express”, pero no siempre será así.

Lo que si te aseguro es que todo vale la pena, al final te vas a dar cuenta de cuanto Dios te preparó para ser la persona fuerte y valiente que ahora eres.

Tomar la decisión de servirle a Dios y vivir para él es una de las mejores que se pueda tomar en el mundo, no hay nada mejor que vivir para el que murió por ti, a eso yo si le llamaría vida, poder compartir del amor de Dios, ya sea con tu ejemplo o por medio de lo que predicas con tus palabras.

Cuando Dios te llama, contéstale, arriésgate, muchas cosas difíciles podrán venir, pero tienes al poderoso gigante de tu lado, no te fijes en el enemigo, levanta la mirada, camina con la frente en alto y recuerda quien es tu padre, recuerda quien es el que pelea por ti. Cuando Dios te llame, responde sin miedo “heme aquí, envíame a mí”.

Dios quiere usarnos a todos nosotros, pero depende de tu disposición. Muchas veces he escuchado que Jesús es caballeroso, el no entra a tu corazón si tu no lo permites, por eso, si tu no quieres servir, si no estás dispuesto a dejar el pecado, el pasado y cosas que te atan, él no te va a obligar, él va a respetar tu decisión y va a seguir en busca de personas que tengan su vida y su corazón dispuesto a servirle y a dar su vida para vivir para él.

No vivamos una vida sin propósito. Dios nos envió a esta tierra con un propósito y nuestro propósito en general es ir y hacer discípulos (marcos 16:15) Sírvele a Dios, vive tu vida con propósito, no dejes pasar de largo la oportunidad de servirle a Dios, no hay nada más satisfactorio que saber que estamos cumpliendo con nuestra misión, no hay nada más satisfactorio que saber que estamos dedicando nuestra vida a hacer cosas grandes, al decir que estamos dedicando nuestra vida a hacer cosas grandes no me refiero a que busques una mega iglesia y a la fuerza tengas que ser pastor de esa iglesia. Tú también puedes servirle a Dios hablándoles de Dios a tus compañeros del colegio o de la universidad, por algo se empieza y poco a poco Dios te llevara a cosas aún más grandes.


Dios solo vera tu disposición porque él no obliga a nadie, él está en busca de los que le dicen “heme aquí, envíame a mi”

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