Dibujo por: Karla Mejia |
Cuando
dejamos que Dios guíe nuestros pasos, cuando dejamos que Dios tome el control
de nuestras vidas, cuando decidimos vivir para cristo, todo en tu vida cambia;
No siempre las cosas nos van a salir a nuestra manera, pero si a la manera de
Dios y no hay mejor manera que la de él.
Cuando
le dices a Dios “heme aquí, envíame a mi” Da por seguro que Dios lo hará, a su
tiempo, pero lo hará. Pero antes que él decida enviarte el necesita moldearte,
prepararte, hacerte fuerte.
Y
recuerda que el camino no será para nada fácil, no es que quiera desilusionarte
o sonar negativa, pero debemos de comprender, que nada en la vida es gratis ni
mucho menos fácil, si, sé que hay cosas que pareciera que Dios te las responde
instantáneamente, como un “milagro express”, pero no siempre será así.
Lo
que si te aseguro es que todo vale la pena, al final te vas a dar cuenta de
cuanto Dios te preparó para ser la persona fuerte y valiente que ahora eres.
Tomar
la decisión de servirle a Dios y vivir para él es una de las mejores que se
pueda tomar en el mundo, no hay nada mejor que vivir para el que murió por ti,
a eso yo si le llamaría vida, poder compartir del amor de Dios, ya sea con tu
ejemplo o por medio de lo que predicas con tus palabras.
Cuando
Dios te llama, contéstale, arriésgate, muchas cosas difíciles podrán venir,
pero tienes al poderoso gigante de tu lado, no te fijes en el enemigo, levanta
la mirada, camina con la frente en alto y recuerda quien es tu padre, recuerda
quien es el que pelea por ti. Cuando Dios te llame, responde sin miedo “heme
aquí, envíame a mí”.
Dios
quiere usarnos a todos nosotros, pero depende de tu disposición. Muchas veces
he escuchado que Jesús es caballeroso, el no entra a tu corazón si tu no lo
permites, por eso, si tu no quieres servir, si no estás dispuesto a dejar el
pecado, el pasado y cosas que te atan, él no te va a obligar, él va a respetar
tu decisión y va a seguir en busca de personas que tengan su vida y su corazón
dispuesto a servirle y a dar su vida para vivir para él.
No
vivamos una vida sin propósito. Dios nos envió a esta tierra con un propósito y
nuestro propósito en general es ir y hacer discípulos (marcos 16:15) Sírvele a
Dios, vive tu vida con propósito, no dejes pasar de largo la oportunidad de
servirle a Dios, no hay nada más satisfactorio que saber que estamos cumpliendo
con nuestra misión, no hay nada más satisfactorio que saber que estamos
dedicando nuestra vida a hacer cosas grandes, al decir que estamos dedicando
nuestra vida a hacer cosas grandes no me refiero a que busques una mega iglesia
y a la fuerza tengas que ser pastor de esa iglesia. Tú también puedes servirle
a Dios hablándoles de Dios a tus compañeros del colegio o de la universidad,
por algo se empieza y poco a poco Dios te llevara a cosas aún más grandes.
Dios
solo vera tu disposición porque él no obliga a nadie, él está en busca de los
que le dicen “heme aquí, envíame a mi”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario